Cuatro años después de grabar un dueto con Michael Jackson, y de coronarse brevemente en 2016 como nuevo “rey del pop” con el “hit” blanco “Can’t stop this feeling”, Justin Timberlake vuelve con el oído puesto en otro ídolo de la realeza musical.
En “Man Of The Woods” (Sony Music), quinto álbum de estudio de su carrera en solitario que se publica ocho años después de la entrega doble de “The 20/20 Experience”, Timberlake ha cargado las guitarras y los juegos lúbricos de palabras hasta hacer inevitables las comparaciones con el otro príncipe de la industria, Prince.
EL “PRÍNCIPE DEL POP”
Timberlake, llamado “príncipe del pop”, cumplió 37 años y lo celebra con la salida de un trabajo que empapa las formas del icono de Minneápolis con las músicas del suroeste americano: country, blues, rock and roll, rockabilly, funk, r&b y, por supuesto, soul de Memphis, de donde procede el rubio intérprete y compositor.
Reveló además el video de su cuarto sencillo que lleva el mismo nombre que su disco. Él ha explicado que “Man Of The Woods” hace referencia a Silas (“pequeño lobo”, según algunas traducciones), que es el nombre del hijo nacido en estos años de silencio discográfico de su unión con la actriz Jessica Biel, quien también participa en algunos cortes y figura en los créditos como Jessica Timberlake.
LA PRODUCCIÓN “MÁS AMBICIOSA”
Se trata, ha dicho además, de su disco “más ambicioso”, como si desde el revolucionario “FutureSex/LoveSounds” (2006) no se hubiese caracterizado por ofrecer un “plus” en cada uno de sus trabajos.
Esta vez la idea era asumir su propio influjo rock y revestirlo de vanguardia. Para ello se ha rodeado de una confluencia de prestigiosos productores: Danja (colaborador de Madonna y Britney Spears), Rob Knox (Rihanna, Prince Royce), Eric Hudson (Mary J. Blige, Trey Songz), J-Roc (Beyoncé, Missy Elliott) y, cómo no, Timbaland (junto al que definió el sonido del citado “FutureSex/LoveSounds”).